En primer lugar, no te saltes el calentamiento, pues hacerlo de forma adecuada ayuda a aumentar el flujo de sangre a los músculos, lo que puede ayudar a prevenir lesiones y mejorar el rendimiento.
Cada persona tiene sus maneras de entrenar, incluyendo ‘rituales’ para tener más suerte, ganas y actitud de realizar las rutinas con mayor intensidad, sin embargo, hay acciones que pueden perjudicar tus resultados.
De acuerdo con entrenadores y especialistas del canal Buff Academy, sin importar la experiencia de la persona, es importante evitar ciertos hábitos y acciones que pueden afectar negativamente su rendimiento y aumentar el riesgo de lesiones.
En primer lugar, no te saltes el calentamiento, pues hacerlo de forma adecuada ayuda a aumentar el flujo de sangre a los músculos, lo que puede ayudar a prevenir lesiones y mejorar el rendimiento.
Acciones a evitar
Si vas a entrenar sin haber comido, notarás una disminución en la eficiencia y duración de tu entrenamiento, por ello, entrenadores recomiendan consumir una comida sustancial o carbohidratos complejos alrededor de una hora antes de entrenar para asegurarte de tener suficiente energía durante el ejercicio.
Es fundamental tener un plan de entrenamiento y visualizar tus objetivos antes de comenzar. Si estás distraído o tu mente está ocupada en otros problemas, tu entrenamiento será menos efectivo.
Aunque no todos los entrenamientos tienen que ser intensos o estructurados, es importante pensar con anticipación en lo que planeas hacer y en lo que deseas lograr. Durante el entrenamiento, mantén el enfoque máximo para que tus planes se conviertan en realidad.
Diferencia entre calentamiento y estiramiento
Es importante comprender la diferencia entre calentamiento y estiramiento. El calentamiento se realiza de manera más dinámica y tiene como objetivo preparar los músculos para el ejercicio. Por su parte, el estiramiento, por otro lado, se realiza después del entrenamiento o incluso antes de dormir para liberar la tensión muscular.
Otro aspecto a evitar son las siestas. Si duermes una siesta muy larga antes de entrenar, es probable que te sientas más perezoso, lo cual no es una situación óptima para comenzar el entrenamiento.
Si bien es aceptable realizar de 5 a 10 minutos de actividad cardiovascular ligera como calentamiento, dedicar 20 o 30 minutos a sprints o correr en la cinta solo te dejará sin energía para el resto del entrenamiento. Es mejor realizar el cardio después del entrenamiento o en días separados.
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