Experta en alimentación, advierte que comer por ansiedad es una problemática psicológica y no física. Cuando una persona come por ansiedad, está tratando de solventar emociones no resueltas como el estrés, la tristeza, el miedo, el enojo y la baja autoestima.
Entre las señales para identificar este problema, se encuentran comer a deshoras, no masticar adecuadamente y comer sin hambre, especialmente alimentos procesados, dulces y chocolates.
Esta mala costumbre puede causar obesidad, enfermedades coronarias e hipertensión; además, también puede generar síntomas gastrointestinales como gases, diarreas, obstrucciones intestinales, dolor de panza y problemas de sueño.
Para solucionar esto, se sugiere sugiere actividades para calmar la ansiedad como caminar, dibujar, colorear, escribir y meditar. La experta recomienda no dejar pasar el problema y consultar a un médico para que oriente a la persona afectada y brinde las herramientas necesarias para solucionar la ansiedad y mejorar su calidad de vida. Es importante abordar este problema de forma integral, considerando la parte psicológica y nutricional para lograr una salud emocional y física óptima.