¿Dejaste tu agua embotellada bajo el Sol? Experto de la UNAM aclara si es peligroso beberla

El agua embotellada puede contaminarse por los químicos del PET si se expone a la luz solar y altas temperaturas o si se bebe después de su fecha de consumo preferente, pero Julio César Morales Mejía, profesor de la UNAM y especialista en tratamiento de aguas, asegura que esto no significa un riesgo importante para la salud humana.

¿Es pleigroso tomar agua embotellada si se expone al Sol?


Un artículo de la revista científica Science Alert precisa que si el agua embotellada se expone a altas temperaturas o a la luz solar, los productos químicos de la botella podrían contaminar al líquido hasta enfermar a una persona; sin embargo, el experto de la UNAM asegura que se debería superar una temperatura de 60° C para que esto pase.

La liberación de los productos de las botellas al agua es muy baja, por lo que no es un tema particularmente grave (…) si el tiempo es breve y si la temperatura es baja, lo que se libera de esas sustancias no es como para que te genere un daño a la salud” Julio César Morales Mejía, Profesor de la UNAM.


El experto señala también cuáles son los elementos químicos que se pueden desprender de una botella de plástico, entre ellos: el Bisfenol A (BPA) y el antimonio, sustancias que no se agregan en el PET, sino que se produce por la degradación de algunos compuestos del material.

Por otro lado, Science Alert, advierte por la liberación de esteres de talato por su capacidad de alterar el sistema endocrino. Al respecto, Morales Mejía asegura que es materia prima de la elaboración del PET, pero la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) no tiene algún tipo de regulación o límites en el consumo diario de estas sustancias, tal como sucede con los metales pesados como el cadmio y el plomo en el chocolate.

¿Qué tanto afecta el calor en este sentido?


El reporte de la revista científica también hace énfasis en los efectos nocivos del agua embotellada por su exposición a las altas temperaturas, por lo que el especialista de la máxima casa de estudios de Latinoamérica precisa que no se esperan efectos nocivos a la salud por tomar agua que estuvo bajo el sol por un breve tiempo.

Por lo tanto, se esperaría una contaminación después de dejarla a altas temperaturas por 10 o 15 años, pero no hay estudios que lo puedan comprobar hasta el momento. Por el contrario, el profesor Julio César Morales menciona la existencia de un método de desinfección del agua por su exposición al Sol conocido como método SoDis.

¿Qué es el método SoDis de desinfección de agua?


Saneamiento Sostenible y Gestión del Agua (SSWM por sus siglas en inglés) describe que el método SoDis consiste en llenar botellas de plástico de tereftalato de polietileno (PET) con agua no tratada y exponerlas a la luz solar durante un tiempo determinado para destruir los patógenos.

Todo esto debido a que la radiación ultravioleta A (UVA) es capaz de inactivar la mayoría de los patógenos como bacterias, virus y helmintos que pueden estar presentes en el agua, aunque esto sólo aplica para agua no tratada.

¿Es peligrosa el agua embotellada después de su fecha de consumo preferente? Recuerda que el líquido no caduca


El profesor Julio César Morales señala que la fecha que se encuentra en la botella de agua no es de caducidad, sino de consumo preferente, puesto que el agua potable no caduca ni se echa a perder, aunque se recomienda seguir este tiempo para evitar cualquier tipo de riesgos por los químicos de la botella como el antimonio.

“La fecha de consumo preferente no es una fecha de caducidad, pero el consumo preferente va más justamente al embalaje del agua porque ya a largo plazo, en un año o en dos años, puede haber liberación de compuestos como el antimonio o como el BPA” Julio César Morales Mejía, Profesor de la UNAM. 
 

“Entre menos nos expongamos a riesgos, siempre suele ser mejor”, dice el especialista, argumentando que respetando las fechas y condiciones de almacenaje se puede evitar posibles efectos crónicos a largo plazo por los contaminantes que pudieran haber traspasado al agua.

¿De verdad cambia el sabor del agua embotellada?


Science Alert dice que el agua “rancia” puede adquirir un sabor desagradable, pero una vez aclarado que el agua potable no se echa a perder, también hay que precisar que los contaminantes del plástico sí pueden cambiar ligeramente su sabor, aunque no sería a medicina, cloro u ozono como dice la revista, sino que según el profesor de la UNAM, adquiere tonos frutales.

“Si el envase ya hubiese cedido compuestos, tendría una un aroma diferente como frutal”, dice el experto, aclarando también que el cambio de su sabor por otros químicos cercanos como productos de limpieza o por exposición a algas, solo podría suceder si el agua no se tapó correctamente o se dejó completamente abierta en su lugar de almacenaje.

¿En dónde almacenar el agua para evitar riesgos?


Aunque los efectos a la salud esperados por los químicos del PET en el agua embotellada no son de consideración, el especialista reconoce que después de uno o dos años se podría ver una intoxicación menor, por lo que es fundamental almacenar correctamente el agua para evitar su exposición al calor y la luz.

Lo más recomendado es que no les dé la luz, puede ser en una alacena o si es en interiores de una casa, alejarlo de fuentes de luz incluyendo las ventanas que bloquean la luz ultravioleta. No se espera que eso afectara, pero por la temperatura habría que alejarlo de la luz y de fuentes de calor, o sea que no esté junto a la estufa, por ejemplo”.Julio César Morales Mejía, Profesor de la UNAM
 

“Los compuestos del PET se pueden transferir muy lentamente de la botella al agua“, por lo que es fundamental guardar el agua embotellada en las condiciones de menor temperatura y con ausencia de luz. Science Alert también recomienda el uso de botellas de vidrio, pero esto no exentaría al líquido de cierta contaminación, según el experto de la UNAM.

¿Es más segura el agua embotellada en vidrio que en plástico?


La revista precisa que “las botellas de vidrio liberan menos ésteres de antimonio y ftalato que las de plástico”, a lo que el profesor Julio César Morales responde diciendo que dicho material también puede llegar a liberar compuestos en agua. “No es que no libere cosa alguna el vidrio”, dice el experto.

Finalmente, admite que se debería reducir el consumo de agua embotellada por el PET, debido a que si no se dispone o desecha correctamente puede permanecer en el fondo de los lagos o el mar hasta por 10 o 20 años, sin embargo, también reconoce la facilidad de reciclaje que tiene este material.

En conclusión, el agua embotellada sí puede contaminarse por los químicos del PET, pero no tienen el potencial de generar un grave daño a la salud, aunque se recomienda evitar la exposición del agua potable a las altas temperaturas y la luz solar para evitar reacciones químicas.

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