La caries dental y la enfermedad periodontal son las enfermedades bucales más comunes y peligrosas según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estas enfermedades pueden tener consecuencias negativas para la salud ya que muchos de los agentes patógenos que las producen son difíciles de eliminar con el cepillado dental.
Diversos estudios científicos han identificado hasta 600 especies diferentes de bacterias presentes en la cavidad oral, las cuales intervienen en el desarrollo de caries y enfermedad periodontal. Cuando estas bacterias permanecen en la boca, pueden tener consecuencias negativas para la salud.
La caries dental es producida por bacterias presentes en los dientes que utilizan los restos de alimentos para formar ácidos que afectan la capa más dura del diente, lo que forma pequeñas cavidades. La presencia de estas cavidades puede provocar infecciones de bajo nivel en el interior de las arterias, e incluso, provocar la ateroesclerosis.
En este sentido, la bacteria Streptococcus mutans, causante de las caries dentales, puede causar endocarditis infecciosa, una infección en los tejidos del corazón. Además, la periodontitis o encías inflamadas por las bacterias presentes en la placa dental, puede causar diabetes.
La mala higiene oral también puede aumentar el número de bacterias, permitiendo la presencia de otros tipos de microbios dañinos que pueden destruir los tejidos que dan soporte al diente. Esta situación podría desencadenar enfermedades no orales, ya que estas bacterias pueden llegar al torrente sanguíneo y liberar toxinas.
La inflamación en las encías puede provocar diabetes y otro problemas sistémicos
La inflamación de las encías, como consecuencia de la periodontitis, también puede alterar los niveles normales de azúcar en la sangre y algunos estudios han demostrado que tras una limpieza dental los niveles de glucosa se normalizan.
No solo se relaciona la enfermedad periodontal con enfermedades sistémicas como la enfermedad cardiovascular, sino también con infecciones del tracto respiratorio y la neumonía. Además, se sospecha de una relación entre las bacterias orales y la enfermedad de Alzheimer.
En este sentido, es importante acudir periódicamente al dentista para realizar una limpieza dental y atender las enfermedades orales en sus etapas iniciales, ya que de esta forma se puede prevenir la aparición de enfermedades graves que afectan al organismo en su totalidad.