Roger Waters se disfraza como simpatizante nazi y genera controversia, ahora es objeto de investigación policial

El legendario Roger Waters hizo vibrar a Berlín en su último concierto

La policía de Berlín está llevando a cabo una investigación contra Roger Waters, cofundador del grupo Pink Floyd, por incitación al odio después de que apareciera vestido con un atuendo estilo nazi en un concierto en la capital alemana el año pasado. Un portavoz de la policía berlinesa, Martin Halweg, dijo a AFP que estaban investigando "unas sospechas de incitación al odio", ya que la ropa lucida en el escenario es susceptible de exaltar o justificar al régimen nacionalsocialista y alterar el orden público.

Estamos investigando unas sospechas de incitación al odio, porque la ropa lucida en escena es susceptible de exaltar o justificar al régimen nacionalsocialista y alterar el orden público”, indicó a AFP un portavoz de la policía berlinesa, Martin Halweg.

Waters se presentó en la sala Mercedes-Benz Arena de Berlín el 17 de mayo de 2022, vistiendo un abrigo negro y brazaletes rojos. Durante el concierto, los medios alemanes e israelíes informaron de que se vieron inscripciones en letras rojas en una pantalla con los nombres de Anna Frank y de Shireen Abu Akleh, la periodista palestino-estadounidense del canal Al Jazeera fallecida en mayo de 2022.

La cancillería israelí criticó a Waters por "haber ensuciado la memoria de Anna Frank y de seis millones de judíos asesinados durante el Holocausto". Además, el embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, comparó a Israel con los nazis y lo llamó "uno de los mayores detractores de los judíos de nuestra época".

Waters es un conocido activista propalestino y ha apoyado acciones de boicot a productos israelíes. En sus conciertos, sacó a escena un cerdo hinchable con la estrella de David.

Las autoridades de Fráncfort cancelaron un concierto de Waters el 28 de mayo, pero la decisión fue anulada por un tribunal administrativo en nombre de la libertad de expresión. La policía agregó que una vez que finalice la investigación, se transmitirá al ministerio público para una última evaluación jurídica y para que el fiscal decida si persigue o no al cantante británico de 79 años.

La investigación y la polémica causada por el concierto de Waters ponen de manifiesto la delicada situación política en torno al conflicto israelí-palestino y la libertad de expresión en la sociedad actual.

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