Este tipo de ansiedad social al igual que hablar en público, genera un incontrolable pánico a ser juzgado y ocasionar alguna burla de la persona que se encuentra del otro lado del teléfono.
Con el paso de los años, las llamadas telefónicas han tomado un papel secundario a la hora de entablar conversaciones, pues las alternativas de aplicaciones de mensajería instantánea, con notas de voz o textos rápidos se han convertido en algo más efectivo.
Sin embargo, al hablar de este tipo de comunicación, hay un término llamado telefobia, que describe el miedo a las conversaciones telefónicas, convirtiéndolo en una tortura interna el acto de realizar una llamada o contestar rápidamente cuando suena tu teléfono de manera inesperada.
Este tipo de ansiedad social al igual que hablar en público, genera un incontrolable pánico a ser juzgado y ocasionar alguna burla de la persona que se encuentra del otro lado del teléfono, incluso puede generar un problema serio.
¿Odio a las llamadas telefónicas?
El 60% de los millennials y los miembros de la generación cero, en un estudio de Estados Unidos afirmaron odiar hacer llamadas telefónicas. Muchas otras encuestas muestran que jóvenes y personas de todo el mundo se ponen ansiosos cuando suena el teléfono.
Cuando la telefobia es parte de un trastorno de ansiedad, puede presentarse con síntomas físicos desagradables como náuseas, dificultad para respirar o mareos.
Parte importante de este miedo se produce por el hecho de lidiar con ser el centro de atención, pero a diferencia de las conversaciones cara a cara, no se puede leer el lenguaje corporal de la otra persona. Lo cual causa una sensación de inseguridad que te lleva a preguntarte continuamente qué estará pensando la otra persona.
Consejos
Por esta razón y con la llegada de las aplicaciones de mensajería instantánea, el intercambiar mensajes de manera rápida para tratar cualquier tipo de asunto, se volvió más fácil y atractivo para muchas personas.
Investigaciones han demostrado que las voces nos mantienen conectados, escuchar la voz de un ser querido puede hacerte sentir menos estresado, ya que se libera más oxitocina, la hormona del bienestar, asociada con las relaciones.
Nuestros cerebros están conectados para detectar voces, incluso en entornos ruidosos, el hecho de escuchar una voz exige nuestra atención de manera automática. Sonreír al realizar llamadas, ayuda a entonar un tono de voz relajado y conforme transcurra el tiempo al teléfono, te relajarás tú también.
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Con información de El Universal