De acuerdo a un estudio elaborado por la Universidad Emory, concluyeron que el fracaso de una relación aumenta cuando hay mayor diferencia de edad.
Todo el mundo ha escuchado la frase “para el amor no hay edad”, sin embargo, este tipo de relaciones amorosas con diferencia de edad ya han sido estudiadas y analizadas por especialistas para conocer su nivel de fracaso o éxito.
De acuerdo a un estudio elaborado por la Universidad Emory, concluyeron que el fracaso de una relación aumenta cuando hay mayor diferencia de edad. Sin embargo, tanto hombres como mujeres pueden querer a una persona menor, aunque en la sociedad existen claras distinciones para uno y otro sexo.
Aunado a ello, la docente Melissa García Meraz, de la Facultad de Psicología de la UNAM, indicó que la percepción de la sociedad sobre este tipo de relaciones ha cambiado ligeramente, pero siguen sin ser del todo bien vistas, sobre todo cuando la mujer es mayor.
Factores de éxito
A pesar de estas características, especialistas señalan que aunque la diferencia de edad en las parejas puede ser una problemática debido a que cada persona está en diferentes etapas, hay otros factores que pueden indicar su éxito o fracaso.
Entre ellos, aparecen el emparejamiento, que es la cercanía tanto física como emocional con la otra persona; es decir, qué tan parecida es esa persona en cuanto a los ideales y gustos, entre otras cosas.
Otro de los temas a considerar es la intimidad, no precisamente referente a lo sexual, sino a esa sensación de que tu pareja te entiende; entiende quién eres y lo acepta. También entre la admiración o reconocimiento, la satisfacción sexual y la comunicación.
Factores negativos
De igual forma, la docente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó que hay una sensación de revitalización para el individuo con mayor edad en la relación.
A pesar de dichos puntos positivos en este tipo de relaciones, también hay algunos negativos.
Estos podrían incluir la falta de madurez por parte de la pareja más joven, falta de confianza en la intimidad, carencia de sincronía en aspectos de la vida, por ejemplo, salidas, finanzas, entre otros.
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