La alergia es una reacción exagerada a sustancias, generalmente no dañinas para la salud, como pólenes, alimentos y caspa de animales, que se denominan alérgenos.
De acuerdo con la Secretaría de Salud de México, la alergia es una reacción exagerada a sustancias, generalmente no dañinas para la salud, como pólenes, alimentos y caspa de animales, que se denominan alérgenos, los cuales pueden inflamar la nariz, los ojos, pulmones, piel o sistema gastrointestinal.
La gravedad de las alergias varía; puede ser leve, en forma de irritación ocular o dérmica, o grave, como la anafilaxia, que compromete la vida al afectar más de dos órganos.
La rinitis alérgica es una patología crónica con bajo riesgo de mortalidad; no obstante, con gran repercusión en el ámbito personal, ya que altera la vida de pacientes en el ámbito físico y psicológico.
Alérgenos más frecuentes
El alérgeno más común es el polvo que se encuentra en peluches, alfombras, sillones, colchones y otros; está compuesto fundamentalmente por restos de animales, plantas y orgánicos.
Otros alérgenos que afectan a la población mexicana son pólenes de la familia del fresno, trueno, cedro, roble, olivo y pastos, que generalmente polinizan en temporada invernal; el moho y algunos alimentos como la proteína de leche de vaca y huevo.
Entre la población adulta, los alérgenos frecuentes son los cacahuates, nueces de árbol, pescados y crustáceos. Entre la población infantil, los desencadenantes de alergia más frecuentes son la leche, el huevo, cacahuate, nuez de árbol, soya y trigo.
Síntomas
En cuanto a los fármacos desencadenantes de reacciones alérgicas, están la penicilina y los medicamentos para aliviar el dolor como la aspirina y el ibuprofeno, que en un estado grave pueden causar crisis asmática o choque anafiláctico.
Cuando el sistema inmune detecta estas sustancias, intenta neutralizarlas. Esta respuesta causa una serie de reacciones físicas; entre ellas, la secreción de químicos como las histaminas que provocan comezón en la nariz, obstrucción nasal y estornudos frecuentes.
Entre los síntomas oculares se encuentran la comezón ocular, lagrimeo, ojos rojos y conjuntivitis; los pulmonares se identifican por tos seca, falta de aire, opresión torácica y sibilancias; y los dérmicos incluyen lesiones en la piel, ronchas y dermatitis.
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