El sexo tántrico es una forma lenta, meditativa del sexo en donde el propósito no es el orgasmo, sino disfrutar la actividad sexual y las sensaciones del cuerpo.
Al hablar de relaciones sexuales, las personas suelen ponerse creativas con el placer individual y de sus parejas, probando nuevas experiencias o investigando de nuevas formas de practicar el coito.
Un ejemplo de ello es el sexo tántrico, que es una forma lenta, meditativa del sexo en donde el propósito no es el orgasmo, sino disfrutar la actividad sexual y las sensaciones del cuerpo, enfocándose en mover la energía sexual para sanar, transformar e iluminar.
De acuerdo con el portal MedicalNewsToday, el concepto del sexo tántrico proviene del antiguo hinduismo y en ideas relacionadas con el tantra, el cual se basa en textos religiosos que se enfocan en la espiritualidad.
Aunado a ello, los seguidores del sexo tántrico creen que las técnicas tántricas pueden ayudar a resolver las complicaciones sexuales como eyaculación prematura, disfunción eréctil o anorgasmia.
Mayor satisfacción sexual
Especialistas informan que este tipo de sexo estimula a que las personas conozcan sus propios cuerpos y estén en sintonía con él, afirmando que, al comprender el deseo de nuestro propio cuerpo, podemos incorporarlo durante el sexo con la pareja.
Como parte del proceso de comprender lo que cada cuerpo desea, puede ser de utilidad involucrarse en el amor tántrico con uno mismo, por ejemplo, la masturbación.
Si una persona considera que tiene bloqueos emocionales relacionados con el contacto personal, deberá ser curiosa y gentil consigo misma a medida que explora lo que impide que conozca su propio cuerpo más íntimamente.
Mientras más conoce una persona su cuerpo y las zonas de placer, más posibilidades tiene de tener una experiencia sexual satisfactoria.
Te puede interesar: 'Queening': la posición de sexo oral para que tu pareja se sienta como una reina.